Eduardo Punset / Oliver Sacks, Malcolm Gladwell

Nos gusta pensar que nuestras decisiones son el producto de una minuciosa valoración de los pro y los contras. Pero muchas veces tomamos decisiones basándonos en nuestra intuición; son decisiones rápidas no reflexionadas. Pero ¿Son por eso menos buenas?
El inconsciente toma decisiones que influyen mucho a la ora de configurar una personalidad. Se te vale de información, fuentes y datos que no se tiene acceso conscientemente. En realidad, solo manejamos una pequeñísima parte de la información y una persona ni siquiera puede saber los motivos por los que toma las decisiones que toma. La mayor parte de las decisiones que se toman tienes un responsable: el inconsciente.
Nosotros sabemos conscientemente lo que queremos ser y queremos ser de un modo determinado. Por ejemplo, no queremos ser racistas, queremos ser neutrales y justos, etc. Pero una cosa es lo que queremos ser conscientemente y otra, bien distinta a menudo, lo que somos inconscientemente. A menudo las actitudes inconsciente son incompatible con los valores establecidos e, incluso, con nuestro pensamiento consciente. “Si, lo mas interesante es que no hay ninguna garantía de que el inconsciente siga la misma pauta de lo que yo pienso conscientemente. “Eso significa que los seres humanos somos capaces de incorporar contradicciones” Hay otra parte de nosotros que puede estar pensando otra cosa muy distinta.
Los neurólogos y sicólogos advierten que un animal, por ejemplo, puede ser fiel o no, pero no ambas cosas a la vez. Los humanos tenemos esa capacidad: podemos amar y odiar al mismo tiempo, podemos ser fieles e infieles a la vez.
Los seres humanos decimos que tomamos decisiones conforme a la razón y la lógica, y después de haberlo pensado mucho, pero los expertos advierten que nuestras decisiones a menudo están basadas en conglomerados de ideas de las que no somos conscientes. Si bien no sabemos como se va a comportar una persona inconscientemente y, para ser sinceros, tampoco sabemos como se va a comportar conscientemente. Además, Nuestro cerebro nos engaña. Cuando recordamos y cuando pensamos en nosotros mismos. Cuando soñamos y cuando percibimos la realidad que nos rodea. Nuestro cerebro nos engaña, al recordar, acuden a nuestra conciencia aspectos asociados a la realidad que nunca ocurrieron, el cerebro reconstruye los sucesos reales, los reinventa y los reposiciona. Finge adultera y falsifica pero tiene buenas razones para hacerlo. Nuestro cerebro tiene un solo objetivo: nuestra supervivencia a toda costa. Para nuestro cerebro es mas importante contarnos una historia consistente que contarnos una historia verdadera. El mundo real es menos importante que el mundo que necesitamos. Ya que nuestra memoria no es de fiar y no funciona como una cámara fotográfica y, mucho menos, como un disco duro de un computador. Unas veces, para conseguir un recuerdo coherente, el cerebro rellena los huecos de la memoria con contenidos imaginados e irreales; en otras ocasiones, almacenamos información de forma inconsciente, y cuando esa información almacenada de forma inconsciente sale a la superficie, nos parece algo maravilloso y sobrenatural. Lo cierto es que vivimos en un mundo construido por nuestro cerebro, por nuestro bien, unas veces nos muestra cosas que no están y otras, nos esconde cosas que si están.
No podemos vivir en una permanente inseguridad ni podemos vivir en la duda constante, de modo que el cerebro nos ayuda a confiar en el mundo y nos describe el mundo para que nos sintamos seguros.
En realidad, estos descubrimientos, a veces dolorosos, porque creíamos ser lo que pensábamos lógicamente, solo remiten a un especto de la naturaleza humana que deberíamos haber sospechado.
La flexibilidad, la resistencia, la incertidumbre, y esa especie de aventura y riesgo que es la existencia humana, esta en el interior del sistema nervioso humano, o el sistema nervioso animal y forma parte de la naturaleza de la vida.

2 commentaires:

Marcelo a dit…

bueno, nada tan nuevo amigo, teoria constructivista. El ser humano construye su propia realidad, unica y personal, necesaria para mantenerlo cuerdo.

yvan a dit…

teoria a la que marcelo, creo intuir, adiere a brazos abiertos.
Pensaba en lo mismo aunque tambien pienso que tolo que he oido hacerca de la realidad y lo deformable que ha resultado ser el concepto desde hace un tiempo. Creo que la realidad tiene que ver mucho con la observacion, y aqui insisto en que no hablo de relativismo (que es una corriente correctamente definida y describible (no es relativa)) hablo de que lo que "es" no es otra cosa que lo que se persibe, sea esta percepcion o espectacion unipersonal o publica. Los experimentos realizados por los fisicos cuanticos explican que lo que sucede no solo es distinto segun el observador si no que es distinto "por que es visto". Esto ulimo esta explicado muy bien en un dvd que esta en blockbuster bajo el nombre de "que %$/@# sabes tu?".
La recomiendo.